ASTROLOGÍA

 

LA ASTROLOGIA ( intoducción)

 


APROXIMACIÓN HISTÓRICA

 

La astrología que conocemos nace en Mesopotamia, antes del año 3.000 A.C. De acuerdo a  los investigadores, los escritos astronómicos conocidos de Mesopotamia son del período más antiguo babilonio cerca del tiempo de Hammurabi. Hay que recordar que la civilización SUMERIA, probablemente la que dio origen a las demás de la zona, se asienta en Mesopotamia hacia el año 3.500 A.C, sin que se sepa su procedencia No se sabe si los sumerios estaban involucrados en estudios astronómicos pero parece  que sí.  Hay incluso algunos escritos que se refieren al período de los Akadios, cerca del 2300 antes de Cristo. Este es un ejemplo de dichos escritos:
“Si Venus aparece en el Este en el mes de Airu y los Gemelos grandes y pequeños le rodean los cuatro y ella están oscuros entonces el Rey de Elam caerá enfermo y no quedará vivo.”

 

A los babilonios se les acredita el nacimiento de la Astrología. Sus cartas les permitieron predecir la recurrencia de las estaciones y ciertos eventos celestiales. Así, en el principio y por más de 2,000 años, la astrología y la astronomía fueron la misma ciencia.

 

El más antiguo documento astrológico aún en existencia es el trabajo llamado “Namar-Beli” compuesto por el Rey Sargón I y el cual está contenido en la biblioteca cuneiforme del rey Asurbanipal (668-626 a.C.) quien poseyó manuscritos de astrología de procedencia egipcia, fechados cerca del año 3.000 antes de Jesucristo.  Incluye observaciones y cálculos astronómicos de eclipses solares y lunares con predicciones astrológicas.

 

Los nativos de Mesopotamia creían que las estrellas y planetas estaban asociadas con o fueran ellas mismas los dioses. Ishtar-Venus era una de las más grandes divinidades de la gente. Los egipcios tenían la misma noción e identificaban la constelación de Orión con Osiris. Pero Osiris era un dios de los muertos que regía el submundo. Su transporte a los cielos era muy similar a otros transportes hechos en la mitología clásica.

El imperio egipcio se crea alrededor de la figura del faraón hacia el 3.000 A.C, y es la misma fecha del primer periodo, el védico, en la historia de la India. Todas estas culturas tienen un origen común, un sistema de dioses politeísta, y figuras solar, lunar, de Venus, o del cielo y la tierra.

 

En todas existe documentación astrológica: en la India, por ejemplo, existe una referencia a un tratado astrológico llamado KHAMANIKYA, dentro del Libro de Krisna, en los vedas, que describe las constelaciones en el momento de nacer Kirsna, octava reencarnación del dios Visnu, y al que los astrólogos levantaron su horóscopo natal. De la misma forma, se sabe que la biblioteca del faraón Ramses II (1300-1236 ac) reunía innumerables obras dedicadas a la Astrología.

 

La propia Biblia, que esconde textos y frases mucho más complejos de lo que pueda parecer a simple vista, otorga el título de SABIOS a los astrólogos. Tal y como cuenta el Libro de Daniel, "el año segundo de su reinado (604 ac), el rey Nabucodonosor tuvo un sueño...mandó llamar a los magos, adivinos, hechiceros y astrólogos y les ordenó que le explicaran su sueño." Al no satisfacerle con la interpretación, "dio orden de matar a todos los sabios de Babilonia". Daniel entonces dice que "no hagas perecer a los sabios de Babilonia. Yo interpretaré al rey su sueño". Al hacerlo, el rey le hizo "jefe de todos los sabios de Babilonia", es decir, Daniel, un profeta de la Biblia, fue jefe de todos los astrólogos. (DANIEL, cap 2).

 

La astrología en sus primeros tiempos, se dedicaba a una simple observación del cielo para buscar la influencia que podían tener sobre el ciclo de la vida, y al estudio de vaticinios astrales, agrupados en cuatro categorías: luna, sol, planetas y fenómenos meteorológicos. Estas observaciones incluían fenómenos climáticos, mezclados con astronómicos. Estos vaticinios, no corresponden precisamente al arte de adivinación, como se cree que es la astrología, y al igual que si yo digo que después del invierno, vendrá la primavera, no estoy utilizando ninguna técnica de adivinación, lo que estoy haciendo es uso del conocimiento del funcionamiento de los ciclos de la vida.

 

Pues esto mismo es lo que sucede con la astrología, a través del estudio de los astros (planetes), podemos determinar cómo se comporta el cosmos, la diferencia está en que mi experiencia en el ciclo del cosmos, es de unos años, entonces puedo entender que después del invierno, viene la primavera, pero en ciclos de 22.000 años, tengo que recurrir a la astrología.

 

Posteriormente se marco una diferencia, que hizo que los nativos de Mesopotamia empezaran a hacer observaciones sistemáticas de los fenómenos para encontrar patrones regulares en los cielos y correlacionarlos con eventos humanos.

 

Es a partir del año 800 A.C. cuando se convierte en fuente de adivinación del estado, y para ello los reyes tenían observadores en todos los rincones del reino, enviando informes de posiciones celestes. Es posteriormente cuando aparece el estudio del horóscopo individual, siendo el más antiguo del que se tiene noticia el de un niño nacido el 29 de abril del 410 A.C.

 

De Egipto la astrología fluye hacia Grecia y Roma, donde tuvo gran aceptación, y donde surgen los arquetipos divinos aplicados a los planetas (Marte, Saturno, etc), dotándolos de sus características. La Astrología babilonia fue introducida por los griegos en la primera parte del siglo IV d.C. y a través de los estudios de Platón, Aristóteles y otros, la astrología fue contemplada como una ciencia. Fue muy pronto tomada por los romanos (aún se utilizan los nombres romanos para los signos zodiacales) y los árabes la extendieron a todo lo ancho del mundo.

 

Tiberio (42 A.C.-37 D.C.) la protegió, porque fueron astrólogos los que le auguraron que sería emperador. Y fue un griego de Alejandría, Egipto, el que basándose en los estudios de Hiparco (siglo II A.C.), quien descubrió la precesión de los equinoccios y catalogó más de mil estrellas, PTOLOMEO, el que escribió la primera enciclopedia de Astrología, el Tetrabiblos (siglo II D.C.).

 

La Astrología como la conocemos en la actualidad comenzó en el mundo europeo en el inicio de la civilización griega (la palabra Astrología proviene del griego astron, estrella y logos, estudio). El estudio de las estrellas tuvo propósitos tanto científicos como religiosos. El paso de las estrellas proporcionaron la base para calcular los calendarios; también representaban un tipo de reloj natural en una época sin reloj y daba puntos de referencia importantes para la navegación.

 

La mención más antigua del arte de la predicción astrológica en la literatura clásica antigua se encuentra en “Prometeus Vinctus” de Esquilo (línea 486 y subsecuentes). La Astrología probablemente fue cultivada por la escuela pitagórica que mantuvo la exclusividad de una casta. La enseñanza de Pitágoras sobre la “armonía de las esferas” apunta a cierta hipótesis astrológica de los sacerdotes egipcios.

 

La conversión de Constantino el Grande al cristianismo puso fin a la importancia de esta ciencia, la cual durante más de 500 años había regido la vida pública de Roma.

 

En el año 321, Constantino expidió un edicto amenazando de muerte a todos los caldeos, magos, y sus seguidores. Con ello la Astrología desapareció durante siglos de las partes cristianas de Europa occidental. Solamente las escuelas árabes de enseñanza, especialmente de España después de que los Moros conquistaron la Península Ibérica, aceptaron la sabiduría de tiempos clásicos.

Los escolares árabes y judíos fueron los representantes de la Astrología en la Edad Media, mientras que la Iglesia y algunos gobiernos de países cristianos la rechazaron y persiguieron.

 

Los árabes contribuyen al desarrollo de la astrología introduciendo los partes y las casas, fundamentales en la astrología de nuestro tiempo, y con estudios de la influencia cósmica sobre el mundo vegetal. El más importante, Albumansar (805-885), predijo con extraordinaria exactitud el nacimiento de un profeta menor seis siglos más tarde (Lutero). El estudio astrológico, también en España, estaba junto al Algebra, la Geometría y las Matemáticas.

 

El Califa Al-Mansur, constructor de Bagdad, fue como su hijo, el famoso Harun-al-Rashid, un promotor de la enseñanza. Fue el primer califa que llamó a los escolares judíos a su alrededor para desarrollar en su imperio el estudio de las ciencias matemáticas, especialmente la Astronomía. En el año 777 el docto judío Jacob ben Tarik fundó en Bagdad una escuela para el estudio de la Astronomía y la Astrología que pronto tuvo una gran reputación; entre aquellos que estudiaron aquí estuvo Alquindi (Alkendi), un notorio astrónomo.

 

Fue uno de los pupilos de Alquindi, Abumassar (Abu Mashar), de Bath en Chorassan, nacido cerca del año 805, que fue el más grande astrólogo árabe de la Edad Media. Entre los astrólogos judíos más reputados se pueden mencionar Sahl ben Bishr al-Israel (cerca del 820); Rabban al-Taban, el bien conocido cabalista y escolar talmúdico; Shabbethai Donalo (913-970), quien escribió un comentario de la Astrología del “Sefer Yezirah” que después fue un trabajo estándar en Europa Occidental; y finalmente, el poeta lírico y matemático judío Abraham ibn Ezra.

En la Edad Media, debido a la rígida moralidad de las tres religiones occidentales (cristianismo, judaísmo e islam), comienzan las persecuciones a la astrología. San Agustín la ataca y a partir de él se la equipara con la magia. El Santo Oficio la relaciona con las creencias erróneas del judaísmo y el islam y la proscribe.

 

Sin embargo, algunos pensadores, como Santo Tomás de Aquino o San Alberto Magno (siglo XIII) tratan de deslindarla de la nigromancia, aunque no apoyan totalmente su práctica. Se dan casos curiosos como el del Cardenal de Ailly que, a pesar de criticar la astrología y sin creérsela totalmente, la estudió y realizó predicciones completamente exactas, como la llegada del protestantismo o la Revolución Francesa. En su libro "Persecuciones de la Ilesia" dio una fecha para ésta última: 1789.

 

La importancia pública de la Astrología creció a la par que los desórdenes internos de la Iglesia aumentaron y declinaba el poder imperial y papal. Hacia el final de la Edad Media casi todos los príncipes, así como cada regente de importancia, tenía su astrólogo de la corte. Personas como Angelo Catto, el astrólogo de Luis XI de Francia. El renacimiento de la enseñanza clásica trajo un segundo período de prosperidad para la Astrología.

 

Sin embargo, con la llegada del Renacimiento y el humanismo, las cosas cambian, se produce un auge de las disciplinas ciéntificas, y la astrología empieza a desligarse paulatinamente de la astronomía. Emperadores y papas se volvieron devotos de la Astrología, los emperadores Carlos IV y V, y los papas Sixto IV, Julio II, León X, y Pablo III. Incluso el papa Sixto XIV se confeccionaba sus propios horóscopos. (siglos XV al XVII). Entre los celosos patrones de la ciencia estuvieron los Medici. Catalina de Medici  hizo la Astrología popular en Francia. Erigió un observatorio astrológico para ella cerca de París, y su astrólogo de la corte fue el famoso médico Michel de Notredame (Nostradamus 1503-1566) que publicó en 1555 su trabajo principal sobre Astrología.

A partir del Renacimiento, curiosamente, la Iglesia, tan respetuosa ahora de la ciencia y tan poderosamente crítica con la astrología (considerada pecado grave en el nuevo catecismo), considera más peligrosa la astronomía que la vieja astrología, y persigue más a los científicos que a los astrólogos. Así, Giordano Bruno es torturado y quemado vivo en Roma en 1600, por la publicación de un libro en el que se mostraba de acuerdo con Copérnico y su teoría heliocéntrica. El mismo Galileo estuvo a punto de pasar por el mismo trance.

 

Mientras tanto, grandes astrólogos, como MORIN DE VILLAFRANCHE, o WILLIAM LILLY (siglo XVII) trabajan al servicio de los reyes Luis XIII y Carlos I de Inglaterra.


Sin embargo, la ruptura estaba preparada, y aunque grandes astrónomos como TYCHO BRAHE, KEPLER o NEWTON eran estudiantes y practicantes de la astrología, y sus obras científicas estaban perseguidas por la Iglesia, la influencia sobre todo de este último y sus leyes fue definitiva en esa ruptura.

 

El concilio de Malinas condena irremisiblemente la Astrología (1607), tal y como había pronosticado con exactitud Nostradamus, y en 1666 se cerró el Colegio Astrológico de París, y se prohibió levantar cartas astrales en toda Francia. Por si esto fuera poco, en 1710 se dejaron de imprimir las efemérides necesarias para hacer un horóscopo.

 

Sin embargo, y coincidiendo en el tiempo con el descubrimiento de Neptuno, la astrología renace en la Inglaterra isabelina, durante el siglo XIX, y, a través de Jung, y de, sobre todo, el movimiento Rosacruz, renace el interés y se produce el auge de la astrología en la actualidad, aunque desde un enfoque mucho más psicológico.

 

 

 

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